¿Es fácil ligar en festivales de música?

Pocas experiencias hay más intensas y disfrutables que vivir un festival de música en directo. Horas y horas de sonidos de todos los estilos y géneros, rodeados de personas que solo buscan pasar un buen rato, en un lugar espectacular. Los festivales se han consolidado en los últimos años como una de las formas de ocio más populares, especialmente entre jóvenes y adultos por debajo de los 40 años. La posibilidad de ver a varios de nuestros artistas favoritos en un mismo escenario, durante diferentes jornadas que se alargan desde el atardecer al amanecer, es como un sueño hecho realidad para muchos. De ahí que cada vez sean más los jóvenes que deciden aprovechar sus vacaciones para disfrutar de este tipo de eventos, aunque los precios hayan subido muchísimo en los últimos tiempos. Y es que los festivales han vuelto para quedarse después de la pandemia, y la prueba es que cada año hay más y más eventos de este tipo. Las razones para ir a uno de estos grandes festivales tienen que ver primordialmente con la música, pero también con disfrutar de la compañía de los amigos.

Algunos de estos eventos se desarrollan en lugares icónicos, cerca de la playa, en ciudades importantes como Madrid, Ámsterdam o Londres… Visitar esas grandes capitales y de paso escuchar buena música es una combinación perfecta. Pero los festivales también nos ayudarán a conocer gente, e incluso a encontrar el amor, si es lo que estamos buscando. En un ambiente tan abierto, con tanta gente a nuestro alrededor disfrutando de lo mismo que nosotros, es mucho más fácil entablar una conversación o pasar al siguiente nivel… Y es que hay personas que ya van con esa misma intención desde el primer momento, sobre todo si están solteros y buscan ponerle la guinda a la experiencia festivalera. No vamos a mentir, ligar en un festival es más sencillo que hacerlo en una discoteca, pero hay que tener en cuenta diversos factores antes de lanzarnos a por todas. Y es que la comodidad no suele ser el denominador común en este tipo de eventos, especialmente a la hora de dormir… o acostarnos con alguien.  

Grandes eventos con miles de personas

Hay festivales enormes y otros más pequeños, pero la mayoría de eventos de este tipo suelen reunir a miles de personas. Los más gigantes, como Loolaapaloza, Wacken o Coachella, suelen acoger a más de 100.000 personas, lo que supone también un hito a nivel logístico. La mayoría de fans que acuden a estos festivales se quedan en tiendas de campaña o alojamientos precarios que se ubican muy cerca de los recintos.

Eso crea también una fantástica atmósfera de comunidad que hace que los asistentes agarren más confianza entre ellos, aun sin conocerse. Lo mismo ocurre en los conciertos. Nuestros vecinos viendo a nuestro artista favorito se convertirán en amigos para siempre, al menos mientras dura el recital, porque estamos compartiendo algo único y especial. Estos eventos son el lugar perfecto para sacarle partido a nuestrasdotes seductoras.

La sensualidad de la música y el momento

Los conciertos son eventos absolutamente únicos y fascinantes, en los que se crea un ambiente que puede llegar a confundirse con la exaltación. Y es que la música tiene algo que nos inunda, que nos ayuda a canalizar las emociones que tenemos dentro y a sacarlas afuera de una forma hermosa. La música puede servir para unir a las personas, por sus propios gustos, por la manera en la que entienden el mundo y disfrutan del arte… La música puede ser sensual en ciertos géneros y estilos, como el reggeaton o el pop latino, y eso también ayuda a que haya acercamientos en los festivales de este tipo. Es como estar en una gigantesca discoteca al aire libre con miles de personas a nuestro alrededor que están sintiendo el ritmo de la misma forma que nosotros.

Una experiencia hermosa y que hay que saber aprovechar. La música nos pone en un estado de felicidad que pocas veces se da en otras situaciones. Esto hace que también estemos mucho más receptivos, sobre todo en un entorno festivo como es el de estos eventos. Las mujeres, que usualmente siempre están con la guardia subida ante cualquier acercamiento, aquí disfrutan mucho más y se dejan llevar. Los hombres también se sienten más liberados de la presión y no tratan de ser pesados, simplemente de pasarlo bien. Es una actitud mucho más natural que hace que el ligar sea más fácil cuando estamos en un ambiente así, relajado y especial. Ya sea en los conciertos, en la playa descansando durante el día o en la propia acampada del festival, las opciones que se nos presentarán serán numerosas.  

Cómo ligar en un festival

Como en cualquier otra situación, el entorno será determinante para crear nuestra estrategia infalible a la hora de ligar también en un festival. Si eres de los que prefiere no tener estrategia porque necesitas que todo salga de forma natural, buena suerte. Al final estamos siempre mandando mensajes, de forma consciente o inconsciente, y lo que no podemos hacer es dejar todo eso a la suerte. La seguridad en uno mismo es importante para poder plantarnos delante de esa chica que nos llama la atención y empezar una conversación con ella. En un festival es más fácil, ya que podemos estar en medio de un concierto, cantando juntos, dejándonos llevar por la emoción compartida.

Cuando termine el recital podemos preguntarle su nombre o seguir hablando con ella sobre otras bandas que nos gusten. El alcohol suele ser también un buen disparador social, así que tener una cerveza en la mano nos ayudará, no tanto para beberla, sino para compartirla con los demás. Igualmente, hay que saber cuidar el look, ya que en estos festivales se suelen ver outfits muy llamativos, y hay que estar a la altura. En lo que se refiere al camping, podemos invitar a las chicas o chicos que nos gusten a tomar algo cerca de nuestra tienda, para conocerles mejor. Echar un vistazo en las cercanías de donde nos alojamos suele ser un buen método para ver lo que se cuece. Lo más importante es pensar que estamos en una fiesta, con muchísima gente alrededor, y no venirnos abajo si nos rechazan unas cuantas veces. Disfrutar del momento y buscar a alguien con quien compartir esa felicidad, eso es lo que cuenta.  

Siempre hay alternativas

En el caso de que todo salga mal y no consigamos disfrutar de una experiencia festivalera completa con ninguna de nuestras potenciales conquistas, siempre podemos optar por alternativas. Por ejemplo, cerca de los festivales siempre suele haber burdeles o prostíbulos a los que podemos acudir a pasar un buen rato, al menos para descargar un poco esa frustración por no haber conseguido mojar en el evento.

A lo largo y ancho del festival también suele haber chicas que, de hecho, trabajan como amantes profesionales y ofrecen sus servicios in situ a cualquier chico que desee olvidarse por un rato de todo lo demás. Los festivales son eventos gigantescos en los que todo puede pasar, y eso hay que saber aprovecharlo…