Hay bandas que están llamadas a marcar un antes y un después en la historia de la música. Se habla mucho de aquellos artistas que lograron solo un éxito, los One Hit Wonder, que tuvieron un gran pico de popularidad para luego desaparecer. ¿Hay alguien que recuerde alguna canción de A-ha que no sea Take On Me? ¿Acaso Rick Astley ha vuelto a producir un éxito tan brutal como aquel mítico Never Gonna Give You Up? Por supuesto, si eres fan de estos artistas ahora estarás enfadado pensando en que tienen carreras muy sólidas y completas, con varios discos y giras mundiales… Pero para la inmensa mayoría del público, estos artistas se quedaron en un solo hit, muy recordado, eso sí. Tampoco es algo negativo, porque hay muchos que ni siquiera pueden presumir de ello. Al menos estos sí que han conseguido su puesto en la historia de la música.
Si la carrera de un One Hit Wonder es difícil, más aún debe ser el tener que enfrentarse a la carga de haber lanzado el disco debut más vendido y laureado de la historia. Cuando Guns & Roses lanzó Appetite for Destruction en 1987, algo cambió en la industria. Un grupo más de aquel glam rock que tanto gustaba en la Costa Oeste, pensarían muchos. Pero no, ni por asomo. La calidad de las composiciones de la banda, con temas pegadizos como Paradise City o Sweet Child of Mine, se unía al talento de Slash en sus arreglos y riffs, y a la electrizante figura de su vocalista, Axl Rose. La mezcla perfecta para que los amantes del rock encontraran a su nueva banda predilecta. Con un disco que vende más de 25 millones de copias en todo el planeta, tres canciones en el número 1 y una gira a nivel mundial como estrellas de cartel, Guns & Roses pasaron de la nada al todo en apenas un año. Y aquello no es fácil de asimilar, desde luego. En la banda nunca han faltado polémicas, referidas a las canciones y contenido, pero también a los excesos de sus integrantes con el sexo y las drogas. Y es que Guns & Roses querían ser la banda de rock definitiva, en todos los sentidos.
Los orígenes de la banda
Los inicios de Guns & Roses no fueron sencillos, como ocurre en la mayoría de bandas. El grupo nació por la conjunción de músicos de dos proyectos distintos, Hollywood Rose y L.A. Guns. Al principio, Axl Rose e Izzy Stradlin compartían alineación con otros músicos angelinos, que fueron marchándose poco a poco de la banda. Así es como entraron Duff McKagan, Steve Adler y Slash, ya en 1986, para crear la formación más popular de Guns & Roses. Grupo tocaba en diferentes locales de Los Ángeles, ganando cada vez más fama, hasta ser fichados por Geffen Records. Tras publicar un EP con versiones, en 1987 entraron en estudio para editar Appetite for Destruction, el disco debut más vendido de la historia.
El mejor debut de la historia
Era julio de 1987 y el mundo no parecía estar preparado para el huracán de rock and roll que se le venía encima. El lanzamiento de Appetite for Destrution fue todo un éxito, y los temas del disco sonaban a todas horas en las emisoras de radio. El rock había vuelto por todo lo alto, con una banda que mezclaba la esencia de los 70 con la calidad musical de los 60 y la estética de los años 80. Guns & Roses pasaron de ser unos desconocidos a estrellas de fama mundial en apenas unos meses. Las drogas, el alcohol y las fiestas comienzan a ser parte de la vida cotidiana de estos jóvenes veinteañeros, que ahora son estrellas del rock a todos los efectos. Allá por donde pasaban, las polémicas les seguían. Sin embargo, en lo musical su carrera estaba siendo impecable.
Llegaron a reunir tres singles de este primer disco en el top 10 de Billboard. Canciones como Sweet Child of Mine, Welcome to the Jungle y Paradise City se han convertido en clásicos instantáneos, y hoy por hoy son consideradas como obras maestras. ¿Cómo había conseguido un solo grupo de chicos no especialmente dotados para la música lanzar semejante colección de canciones? Si bien la banda ha seguido sacando discos, con mayor o menor fortuna, está claro que jamás han vuelto a llegar a ese nivel de genialidad. Y es que tal vez la presión de haber grabado Appetite for Destruction pesó demasiado posteriormente. Eso, y el hecho de que ya no eran cinco desconocidos de Los Ángeles, sino los músicos más deseados del planeta.
Drogas y prostitución en lo más alto
Los chicos de Guns & Roses nunca negaron su propia filosofía de vida, que había surgido en Sunset Strip y los locales más viciosos de Los Ángeles. Si siendo todavía músicos amateurs ya estaban desarrollando adicción a ciertas sustancias, cuando la fama les llenó de dinero y fortuna la situación se salió de madre. Los incidentes se sucedían durante la primera gran gira del grupo. Desde peleas con los miembros de seguridad hasta tumultos en bares a los que el grupo asistía tras los conciertos. El incidente más devastador fue la muerte de dos asistentes al festival Monsters of Rock en Inglaterra, donde el grupo compartía cartel con bandas como Iron Maiden o Kiss. Durante la actuación de la banda hubo una avalancha que acabó aplastando a dos jóvenes. El grupo solo se enteró del incidente al terminar el concierto, quedando destrozados por aquellas muertes.
Las giras de Guns & Roses eran todo lo que cualquiera puede esperar de un grupo de rock. Mucho alcohol, mucha droga, mucho sexo. Las mujeres pasaban casi en fila por las habitaciones de los músicos, y en muchas ocasiones, Rose admitió haber contratado incluso a prostitutas para disfrutar de ratos de placer. De hecho, posteriormente Rose lanzaría Prostitute, un tema incluido en el malogrado Chinese Democracy de 2008. La banda nunca escondió sus orígenes, donde compartían muchas veces local con trabajadoras sexuales, strippers y chicas dedicadas al mundo de lo lascivo y lo morboso. Con el tiempo, la imagen hipersexualizada de la banda ha ido disminuyendo, pero no hay más que ver sus vídeos a finales de los 80 y principios de los 90 para comprobar que el sexo era un gancho habitual para ellos.
Una segunda vida para el grupo
Como suele decirse, el grupo murió de éxito. Tras lanzar un par de discos, la banda comienza a disolverse en 1994. Los problemas de adicciones empiezan a afectar demasiado, y para finales de los 90, el único miembro que permanece es Axl Rose, mientras sus compañeros están formando nuevos proyectos. El lanzamiento de Chinese Democracy en 2008 parecía reavivar el interés en una banda que había pasado 14 años sin lanzar material nuevo. La nueva alineación no era tan del gusto de los fans, que esperaban ansiosos el regreso de Slash y McKagan al grupo. Esto sucedería en 2016, recobrando la banda su estatus de leyendas para volver a girar en directo con una formación casi similar a la que 30 años antes había lanzado Appetite for Destruction. Guns & Roses siguen en activo y hay incluso rumores de nuevo disco en un futuro cercano.